
Me la envía José María desde Granada, desde alguna pared del Realejo.
¡Cuántos recuerdos me ha traido de aquel barrio, de la calle Molinos... cuántas horas de charlas, cuántas noches despiertos soñando sueños!
Y cuántos cerezos casi en flor.
Las paredes están llenas de pintadas o grafitis que suelen ser curiosas expresiones de ingenio y simpatía... aunque también hay de todo. Con los nuevos dispositivos que ya casi todos llevamos en los bolsillos es fácil fotografiarlas y eso es lo que comencé a hacer desde hace un tiempo. Ahora pongo en la red las que he ido recogiendo y algunas que me envían amigos y amigas que conocen mi afición. Poco a poco iré colocando los comentarios.
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